Hay varias definiciones y clasificaciones de este tipo de patologías, pero de forma general podemos afirmar que se tratan de aquellas alteraciones que afectan tanto a la producción como a la recepción del habla.

Son aquellas alteraciones, anomalías o perturbaciones que dificultan en mayor o en menor medida la comunicación lingüística, y que pueden afectar tanto a los aspectos lingüísticos (fonológicos, sintácticos, semánticos, de comprensión o de expresión) como intelectuales, ya que los trastornos del lenguaje pueden llegar a interferir en las relaciones de quienes los padecen, en su rendimiento escolar, social y familiar.

La etiología de este tipo de trastornos es muy variada y se puede hablar de trastornos de lenguaje orgánico (siempre que la causa sea debida a una lesión, disfunción cerebral o del sistema nervioso), funcionales o articulatorias, retrasos en la adquisición del lenguaje, o trastornos del lenguaje asociados a cuadros clínicos.